Es probable que muy pocos recuerden a Mr. Harding Lawrence, hoy en día, pero no pude dejar pasar la oportunidad de escribir unas líneas sobre este hombre inteligente, poderoso y visionario que marcó una época imborrable en la industria de la aviación comercial mundial.
Asume como Presidente Ejecutivo de BRANIFF INTERNATIONAL en 1965, dando comienzo a una verdadera revolución de servicio, glamour, innovación, creatividad y elegancia, todo lo cual se caracterizó por una verdadera explosión de colores en cada uno de sus aviones, luego de decretar el fin de los aviones simples; “The end of plane planes”, como él decía.
Transformó los aviones de BRANIFF en una sinfonía de colores, con interiores de lujo y asientos elegantemente tapizados en cuero. Las auxiliares de vuelo vestían los uniformes más hermosos del mundo, con diseños de EMILIO PUCCI (1965-1976) y HALSTON (1977), éste último, diseñador de Jackie Kennedy.
En 1973 hizo pintar alguno de los aviones por el afamado pintor norteamericano ALEXANDER CALDER y fue la primera y única compañía aérea norteamericana, en volar con aviones CONCORDE entre Washington DC., Londres y París.
Durante los 15 años al mando de BRANIFF INTERNATIONAL logra posicionar la compañía entre las 8 empresas más grandes de los Estados Unidos siendo la empresa de mayor crecimiento durante 11 años consecutivos, con participaciones de mercado que duplicaban a su más cercano rival.
Con la liberalización de las tarifas aéreas en 1978, “The Deregulation Act”, Mr. Lawrence conduce el proceso más grande de expansión que recuerda la historia de la aviación mundial, abriendo nuevas rutas a razón de hasta 16 ciudades por día, entre 1978 y 1979.
Es así como BRANIFF INTERNATIONAL extiende sus alas a Europa, Asia y el Pacífico con sus aviones multicolores y lindas auxiliares de vuelo.
Un hombre elegante y refinado, Harding Lawrence decreta que no se servirán arvejas en ningún vuelo de BRANIFF, después de haberse manchado el traje con una de ellas, lo que es publicado expresamente en todos los manuales de servicio de la compañía.
Pese a sus grandes responsabilidades era capaz de supervisar personalmente hasta el último detalle de lo que se servía a bordo de cada vuelo.
BRANIFF ostenta uno de los registros de seguridad más impresionantes del mundo, en un período de 54 años de operación.
Muere a los 81 años de edad, uno de los hombres más visionarios y audaces que registra la historia de la aviación mundial y sin temor a equivocarme, pasarán muchos años más, antes que veamos a alguien con el coraje y la visión de este hombre que pintó los cielos del mundo, en miles de colores.
Hugo Donoso Palacios
Nota: Este artículo fue publicado en EL MERCURIO de Santiago, en el DALLAS MORNING NEWS (en inglés), en laRevista GAO y en la revista SKY AIRLINE.